miércoles, 1 de octubre de 2008

Gatos de Nerja



Llego de Nerja. Un pueblo azul, blanco, de olor a jazmín, de sonidos gatunos. Un pueblo de rincones para callejear. Allí tengo muchos amigos felinos. En primer lugar esta Blanquita y Negrita, dos gatas que conviven con una pareja inglesa en una urbanización llena de jardines y casitas de dos plantas que se asemeja a un pequeño y particular pueblo donde gatos y personas conviven en total armonía.
Blanquita y negrita son las primeras en acudir a nuestra encuentro cuando llegamos, y desde ese mismo momento habitan nuestro jardín y esperan la hora en que nos levantamos. Son muy diferentes. Negrita es salvaje, celosa, solitaria y juguetona. Blanquita es dócil, tranquila, cómica y muy fisgona. También le gusta jugar y nunca pide comida.
También está Casanova, un siamés castrato que baja desde su casa para encontrarse con nosotras. Es cariñoso, suyo y un poco enemigo de Blanquita y Negrita.
Luego está Gemma, una cachorro de nueve meses que se pitorrea de su dueña alemana y nos persigue a todos sitios. Es incombustible. Le toma el pelo a Casanoba y no le tiene nigún miedo a Negrita.
Continuamos con Franki, el gato dcel viejo zapatero, un personaje realmente especial y encantador, que también es vecino de Casanova. Es biscorniado, muy grande (parece un perro)y muy cariñoso también.
Creo que todos ellos son amigos nuestros porque, entre otras cosas nos reconocen y también, y sobre todo, porque jugamos como ellos.
De camino al pueblo llega Paquito, una especie de persa que sale a la calle de noche y se acomoda en una esquina. Cariñoso, cantador, y muy bueno con las personas, dicen que es el temor del resto de los gatos de la zona, y le gustan los perros.
Rufino se pasa el día en una tienda de piedras, fosiles y colgantes que regenta una chica canaria que lleva unos quince años en Nerja. Nos cuenta que acaba de perder a varios amigos en el accidente de Spanair y sé que evita mirarnos para no llorar.

Como vez Gato Mo, cultivo esta gran familia que me acerca a ti y que sin embargo me reafirma que todos los que somos animales somos también distintos y especiales.
No dejo de imaginar lo feliz que hubieras sido en un lugar como Nerja.
Ya estoy aquí.
Recordándote con amor.

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