Me pareció ver tu rastro en otro gato.
Hermoso animal de mirada oceánica.
Trasto glotón,
cachorro tierno.
Me pareció reconocer tu aliento
en su aliento dormido
sobre mis piernas un rato.
Y lo acaricié ávida
por volver a sentir
tu ronroneo, tu redonda
barbilla entregada a la caricia.
Se llama Orso, no Mo
pero algo de ti
reconoció mi alma.
1 comentario:
Siempre he oído decir que los gatos nos eligen a nosotros, no nosotros a ellos. Así pues creo que la parte del alma de Mo, aquella que pudo volver a ser gato... volvió a buscarte... Mi gata tiene parte del alma de un pequeño conejo que tuve y murió, tiene parte de su alma y hasta de su color.
(vengo de parte de mi amiga Cats, estuve en tus dos blogs, con tu permiso, observando y leyendo silenciosamente). En mi blog en la columna de la derecha, tengo también las fotos de buenos amigos gatunos...
te deseo suerte para 2009, me han llegado muy buenas palabras sobre ti.
Saludos
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